Este artículo trata sobre la
historia de Bolivia. En
Bolivia se registran indicios arqueológicos de ocupación humana desde el 12.000-10.000
a.C. en el
Yacimiento de Viscachani.
1 Hasta el 1200
a.C. se desarrollan unas culturas
sedentarias en el
altiplano. A partir de esta fecha, las culturas
Chiripa y
Wankarani son las dos más importantes del periodo formativo.
Período Prehispánico
En Bolivia aparecen restos de ocupación humana desde el 12.000-10.000
a. C. en el
Yacimiento de Viscachani.Hasta el 1.200
a. C. se desarrollan unas culturas
sedentarias en el
altiplano. La
Chiripa y
Wankarani son las dos más importantes del periodo formativo a partir del 1.200
a. C.
La cultura de
Tiwanaku, cerca del
Lago Titicaca,
marca un momento de florecimiento cultural de la zona altiplánica,
extendiéndose su influencia por toda el área andina. Esta cultura era
considerada antiguamente la "cuna de las civilizaciones americanas".
2 El complejo arqueológico, actualmente declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la
Unesco, está situado en el departamento de La Paz, a poco más de una hora de la ciudad, y en los alrededores del
Lago Titicaca.
En torno al
1100 Tiwanaku desapareció y se produjo una lucha entre los diferentes grupos que habitaban la región:
aymaras, (Bolivia),
lupacas y
pacajes. Los aymaras establecen un dominio que abarca
Arequipa y
Puno en el Perú,
La Paz,
Oruro y
Cochabamba, que perduró hasta que, en
1438, el Inca
Pachacútec derrotó al último soberano aymara,
Chunqui Cápac, incorporando el altiplano boliviano al
Imperio inca (
Tahuantinsuyo), como parte de la provincia del
Collasuyo, e imponiendo el
quechua como lengua oficial, aunque el aymara se continuó hablando regularmente. El
Imperio inca adoptó los estilos arquitectónicos tiwanakotas y otros conocimientos.
Poblaciones
arawak meridionales, como los
moxos, se establecieron en las planicies de Moxos, y en las pampas y valles de
Santa Cruz. Los segundos desarrollaron la cultura
Chané, la cual se destacó por su cerámica, grabados en piedra y arcilla. Los
chanés
eran agricultores neolíticos que vivían en aldeas densamente pobladas y
en las cuales dejaron numerosos yacimientos arqueológicos
(principalmente tumbas con cerámica y herramientas) en Portachuelo,
Okinawa, Cotoca, Warnes, Mairana, Valle Abajo,
Samaipata, Pampa Grande y El Pari.
3 Estos pueblos construyeron el templo sobre la roca que domina el complejo arqueológico de El Fuerte en
Samaipata.
El cual originalmente no fue un fuerte sino un templo labrado sobre la
roca con grabados típicos de las tribus arahuacas que poblaban la
región. El fuerte de Samaipata fue el primer centro arqueológico en
Bolivia que fue declarado Patrimonio de la Humanidad por
Unesco.
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El Inca
Huayna Cápac mandó levantar fortalezas en la frontera oriental para detener el avance de las hordas
guaraníes que invadían los valles y pampas de
Santa Cruz.
Los incas lograron avanzar hasta estas regiones y pactaron con los
chanés una defensa común de las invasiones guaraníes. Durante el periodo
incaico se construyó una ciudad próxima al templo edificado por los
chanés. Esta ciudad fue la principal edificación incaica en la región.
El complejo arqueológico de Samaipata, ubicado en el departamento de
Santa Cruz, es uno de los restos arqueológicos más importantes de la
región, actualmente ya se han descubierto más de 50 edificaciones dentro
de él. Ambos, incas y chanes fueron vencidos por las constantes
invasiones guaraníes, quienes finalmente dominaron la región inclusive
durante una buena parte de la colonia española cuando Sánchez Ceren hizo
la conquista.
Una de las culturas andinas milenarias existente en la actualidad es la
Kallawaya,
ubicada en los valles inter andinos de Charazani en el departamento de
La Paz. Sus importantes conocimientos han conseguido que la Farmacopea
Kallawaya, llegue a constituirse en la más grande del mundo
[cita requerida],
motivo por el cual, recientemente (2003) la UNESCO ha declarado a la
Cultura Kallawa como Obra Maestra y Patrimonio Intangible de la
Humanidad.
Otras culturas andinas milenarias de gran importancia son los Urus y
Chipayas del departamento de Oruro, de los cuales resaltan sus conocimientos en el arte de la pesca y construcción de viviendas.
Otros restos arqueológicos y culturales de las tierras bajas de
Bolivia en la zona oriental, son menos conocidos. Sin embargo, resalta
la complejidad de los restos de canales, terraplenes y camellones
desarrollados por la
Cultura Hidráulica de las Lomas, la más extensa del continente americano, en los llanos de
Moxos y
Baures actualmente ubicados en el
departamento del Beni. En el
departamento de Santa Cruz
existen ruínas arqueológicas de antigüedad no muy bien determinada que
corresponderían a tres grupos principales (1) Provincia Velasco, (2)
alrededores de Santa Cruz de la Sierra y (3) las pinturas rupestres de
Santiago. Todas estas regiones estuvieron originalmente pobladas por
culturas arahucas.
La Conquista
La conquista del
Imperio inca por
Francisco Pizarro abrió el camino para la sumisión de la Bolivia actual en el año
1535 y el establecimiento de la
Real Audiencia de Charcas, parte esencial del
Virreinato del Perú,
que abarcó todo lo que hoy es el territorio boliviano. Aunque la
historia de Bolivia en el período virreinal se halla muy ligada al Perú,
conociéndose con el nombre de
Alto Perú.
El origen de la división de ambos territorios se debe a las capitulaciones de
Carlos V, revisadas en
1534, que asignaban a Pizarro doscientos sesenta leguas desde
Tumbes al sur, y otras doscientos a
Diego de Almagro al sur de éstas.
Juan de Saavedra, adelantado de
Diego de Almagro, llegó en
1535 al Lago
Titicaca y al valle de La Paz, para luego fundar las ciudades de
Paria (
Oruro) y
Tupiza en
1536 al sur. Muerto Almagro,
Francisco Pizarro envió a su hermano
Gonzalo a colonizar la provincia del Collao.
Pedro de Anzúrez fundó
Chuquisaca (actual
Sucre) en
1538,
Potosí surgió en
1546,
La Paz en
1548 y
Cochabamba en
1574.
La corriente colonizadora del Río de La Plata se expandió hacia el
territorio de lo que hoy en día es Bolivia, con la fundación de
Santa Cruz en
1561. Un grupo de españoles partidos de
Asunción del Paraguay y
Buenos Aires encabezados por Ñuflo de Chávez y acompañados por aliados itatines conquistaron la región, los primeros fundaron
Santa Cruz a orillas de la serranía de Sutó y los segundos se establecieron en el norte en la región hoy conocida como
Guarayos.
Esta ciudad de frontera se sirvió como marca española de contención a
los constantes ataques de bandeirantes portugueses que desde la región
de
São Paulo
invadían la región capturando indígenas para mano de obra en las
colonias portuguesas, y el constante acecho de los guaraníes que
atentaban contra la frontera sudeste de la región minera del Alto Perú.
5
El clima subtropical continental, la carencia de mano de obra
indígena abundante, la ausencia de minas y grandes riquezas, y el
constante ataque de los guaraníes hicieron que
Santa Cruz
sea de poco interés para la migración española. Para contrarrestar esto
y asegurase que esta región aislada se pueble de fieles a la corona, se
libró impuesto a sus habitantes, se dio indulto a grupos perseguidos
(principalmente
judíos conversos,
pero también algunos cimarrones, gitanos y mercenarios), además se dio
libertad y encomiendas a favor de mestizos e inclusive indígenas lo cual
no estaba permitido en otras regiones de la colonia. Santa Cruz se
mantuvo como una cultura agrícola ganadera aislada del auge minero del
Alto Perú, pero creció en población y sus habitantes fundaron otros
pueblos y ciudades importantes en toda la planicie Chaco-Beniana y los
valles del sudoeste (
Vallegrande, Portachuelo,
Trinidad, Charagua, Cuevo,
Samaipata, San Ignacio,
Riberalta y otros).
Por su parte, el Alto Perú se caracterizó por presentar una base minero-agrícola. La ciudad de
Potosí, la más poblada de
América en
1574 (120.000 habitantes), se convirtió en un gran centro minero por la explotación de las minas de
plata del
Cerro Rico de Potosí y en
1611 era la mayor productora de plata del mundo. El
rey Carlos I había otorgado a esta ciudad el título de villa imperial después de su fundación.
Como un colchón adicional de presencia española ante la avanzada
portuguesa, la corona permitió el establecimiento de misiones jesuíticas
al norte y este de
Santa Cruz
en las regiones de Moxos y Chiquitos. Estas misiones fueron muy
exitosas y se establecieron centros importantes y avanzados tanto
cultural como económicamente. Estos territorios pertenecían a la
gobernación de Santa Cruz y los misioneros eran en su mayoría
originarios del centro de Europa (Suiza, Alemania, Hungría). Como
testigos del nivel de desarrollo de estos centros misionales quedan las
Misiones de Chiquitos
(San Javier, Concepción, San Miguel, San Rafael, San José y Santa Ana)
todas en Santa Cruz y fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por
Unesco.
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La Audiencia de Charcas
Una de las instituciones más importantes del gobierno colonial
América fueron las
Reales Audiencias, los organismos dedicados a desempeñar las funciones judiciales. La
Audiencia de Charcas, fue la más alta autoridad jurídica del territorio del
Alto Perú SIG, Tucumán,
Río de la Plata y
Paraguay. Tenía su sede en la ciudad de
Chuquisaca, también llamada entonces
La Plata y actualmente
Sucre.
La Real Audiencia de Charcas fue creada por Cédula del Rey
Felipe II el
18 de septiembre de
1559 y sus límites fueron fijados por Cédula del
29 de agosto de
1563. Contaba con cinco
oidores,
un presidente y algunos funcionarios subalternos. El Presidente de la
Real Audiencia de Charcas, era también Capitán General de La Plata,
cargo equivalente al de un gobernador, y por lo tanto tenía también
facultades administrativas.
Durante algo más de 200 años el territorio de la actual Bolivia constituyó la
Real Audiencia de Charcas, uno de los centros más prósperos y densamente poblados de los virreinatos españoles. En las últimas décadas del
siglo XVIII,
Potosí, la ciudad más importante en el hemisferio occidental del
Imperio español, comenzó a decaer hasta pasar al olvido al agotarse las vetas de plata más ricas y desviarse el comercio hacia otros países.
En
1776 la
Real Audiencia de Charcas que pertenecía al
Virreinato del Perú, pasó a depender del nuevo
Virreinato del Río de la Plata, con sede en
Buenos Aires.
La Independencia
La
Independencia del Alto Perú fue un proceso revolucionario íntimamente ligado al
surgimiento del Estado Argentino y la posterior independencia de España. Para contener el avance independentista promovido por las
Provincias Unidas del Río de la Plata el virrey del Perú
José Fernando de Abascal
reincorporó provisionalmente a su autoridad la Real Audiencia de
Charcas, como lo había sido hasta 1776, y desplegó sobre ella un
poderoso ejército. Aclarando el virrey en el decreto de anexión que lo
hacía:
hasta que se restablezca en su legítimo mando el Excmo. Señor Virey de Buenos-Ayres, y demás autoridades legalmente constituidas, pues solo la autoridad real podía desmembrar el territorio definitivamente del virreinato de Buenos Aires.
7 8 Entre
1810 y
1826
el Alto Perú fue escenario de interminables combates y batallas entre
los realistas peruanos y altoperuanos y los patriotas argentinos y
altoperuanos, a los que se sumarían después de la independencia peruana
los patriotas del Perú y la Gran Colombia que intentarían extender la
independencia en los territorios que permanecerían bajo control realista
hasta después de la
batalla de Ayacucho.
Consolidación de la República
Véase también Presidente de Bolivia
Desde su emancipación, Bolivia se sumergió en un estado crónico de
revoluciones y guerras civiles. Los primeros 50 años de la República se
caracterizaron por la inestabilidad política y por constantes amenazas
externas que ponían en riesgo su independencia, soberanía e integridad
territorial.
Simón Bolívar deja al poco tiempo la presidencia (
1826) tras nombrar al general
Antonio José de Sucre presidente de la República. En
1825, el
Imperio del Brasil invadió el oriente del país, ocupando la provincia de
Chiquitos. En ese entonces, El
Mariscal Sucre envió una carta al Emperador del
Brasil pidiendo que dejen el lugar. Sin interés en Chiquitos, los brasileños vuelven a su país.
Antonio José de Sucre, quien como segundo mandatario gobernó hasta
1828, año en que una serie de revueltas le hicieron renunciar al mando presidencial.
Posteriormente, se produce la invasión de tropas peruanas de
1828, lideradas por
Agustín Gamarra y cuyo objetivo principal era forzar la salida de las tropas de la
Gran Colombia. El conflicto concluyó con el
Tratado de Piquiza
y la retirada peruana de suelo boliviano tras lograr la renuncia del
presidente Sucre y la instauración de un gobierno sin influencia
bolivariana.
Batalla de Ingavi y muerte de Gamarra. Óleo anónimo del Museo Nacional de Historia de
Lima.
Después de unos meses de inestabilidad política, en
1829, fue nombrado presidente por la Asamblea Nacional el Mariscal Andrés de
Zepita,
Andrés de Santa Cruz,
convirtiéndose en la figura central del período independiente al
constituirse en principal forjador y organizador del Estado boliviano,
además de ordenador e instructor en tácticas napoleónicas del
Ejército Boliviano. La efectividad del reformado ejército quedó en evidencia cuando el
Presidente Orbegoso del
Perú
solicita ayuda a Santa Cruz para recuperar el poder político y
territorial de su país. Las tropas bolivianas derrotan al sublevado
Felipe Salaverry, y Orbegoso, a cambio de la ayuda militar, accede a formar la
Confederación Perú-Boliviana que se inicia en
1837 con el
Mariscal Santa Cruz como su Protector y conformado por los estados
Nor Peruano,
Sur Peruano y
Bolivia.
Bolivia vivió su época de mayor esplendor durante la presidencia del Mariscal
Andrés de Santa Cruz.
Este periodo se caracterizó por un gran desarrollo económico y avance
político y social, el mayor de la historia boliviana. Sin embargo, la
Confederación Perú-Boliviana no logra consolidarse debido a que
Chile, la
Confederación Argentina y peruanos contrarios a Santa Cruz se oponen a su conformación. Entre
1837 y
1839, se suscita la
Guerra contra la Confederación Perú-Boliviana.
En la primera fase de la guerra, la Confederación sale victoriosa
frente a la invasión Argentina Chilena, produciéndose la retirada de las
fuerzas enemigas y la firma del
Tratado de Paucarpata. En la segunda fase, el
Ejército Unido Restaurador compuesto por chilenos y peruanos contrarios a Santa Cruz, se produjo la
Batalla de Yungay que define la disolución de la
Confederación Perú-Boliviana en
1839 y el derrocamiento de Santa Cruz.
Las fuerzas del gobernador de Buenos Aires
Juan Manuel de Rosas también intervinieron contra la Confederación por ser refugio de sus opositores políticos, los
unitarios. Bolivia con el general alemán
Otto Philipp Braun como comandante, concentró sus tropas en
Tupiza y a fines de agosto de
1837 ingresó en la
Provincia de Jujuy. Los soldados confederados tuvieron varias victorias, llegando a ocupar sectores fronterizos de las provincias de Jujuy y
Salta y tras una serie de contraataques argentinos, estos invaden territorio boliviano. Los argentinos fueron derrotados en la
Batalla de Montenegro. El
22 de agosto de
1838, las tropas argentinas se retiran y tras los sucesos de Yungay, se pone fin a la guerra.
Tras la desaparición de la
Confederación Perú-Boliviana, Bolivia vivió un período de anarquía y enfrentamientos políticos entre partidarios y contrarios de la unión con el
Perú. El Presidente peruano
Agustín Gamarra,
ideólogo de la anexión de Bolivia al Perú, aprovechándose de la
situación decidió invadir territorio boliviano llegando a ocupar varias
zonas del
Departamento de La Paz. Ante esta circunstancia, los bolivianos deciden unirse ante un enemigo común y se dejan los poderes del Estado a
José Ballivián. El
18 de noviembre de
1841 acaeció la
Batalla de Ingavi, en la que el
Ejército Boliviano derrota a las tropas peruanas de Gamarra (muerto en la batalla). Tras la victoria, se firma el
Tratado de Puno. La Presidencia de Ballivián logra consolidar la independencia y soberanía de Bolivia. Ballivián gobernó hasta el
23 de diciembre de
1847.
Nuevas revueltas promovidas en parte por Velasco, que ocupó por
cuarta vez el poder; contribuyeron a sucederle una serie de gobiernos
militares: el más importante de ellos es quizá el gobierno populista de
Manuel Isidoro Belzu entre los años
1848 y
1855. En septiembre de
1857 una revolución otorga el mando presidencial a un civil,
José María Linares Lizarazu;
en cuyo gobierno se redujo el poder del ejército para que no incubase
nuevas revoluciones. Además innovó en la organización judicial y
administrativa: en el año
1859 se publicó el primer mapa de Bolivia, trazado por
Lucio Camacho con base en datos aportados por los generales
Mariano Mejía y
Juan Ondarza. Derrocado por un golpe de Estado en
1861, le sucedió
José María de Achá, uno de los miembros del triunvirato que encabezó la conjura. Dictó la
Ley de Imprenta, implantó el servicio de correos con el uso de estampillas, fundó la población de
Rurrenabaque y mediante un nuevo golpe militar en el año
1864 tomó el poder
Mariano Melgarejo,
cuyo gobierno tuvo negativas consecuencias para el país. Disposiciones
arbitrarias e irrazonables determinaron inconvenientes acuerdos con
Brasil y Chile, que hicieron perder a Bolivia grandes extensiones de su
territorio.
Economía
Bolivia iniciaba su vida independiente con una región arrasada por la
guerra y en depresión económica, situación que se acompañaba por un
sector minero descapitalizado y una economía basada en la subsistencia.
Es entonces que con la finalidad de reorganizar y volver a
desarrollar la economía, se decidió nacionalizar todas las minas
abandonadas e invitar a capitalistas extranjeros para que volvieran a
poner en explotación las minas. Esta iniciativa se vio truncada por los
altos costes, que resultaban prohibitivos. Entre los costes más altos
destacaba el de la mano de obra, originado por la abolición de la mita,
que obligaba a pagar salarios altos para atraer a los trabajadores de la
agricultura.
Finalmente, ante la necesidad de contar con recursos, se decidió
confiscar a favor del nuevo estado el patrimonio eclesiástico.Este
patrimonio se otorgó en arrendamiento y los ingresos generados fueron
destinados a la creación de servicios sociales y centros educativos en
los centros urbanos de Bolivia.
De esta manera la creación del estado independiente de Bolivia surgió
sobre una economía bastante delicada ocasionada por los muchos años de
guerra, partiendo la nueva república en un contexto económico
desastroso, nada favorable para ese nuevo camino independiente y de
libertades.
En un periodo posterior, que abarca desde 1841 a 1880, la nueva
República de Bolivia se caracteriza por la crisis del estado ante la
falta de recursos gubernamentales y de inversiones, materializándose en
un estancamiento económico.
Durante los primeros años de este periodo, el nivel educativo de la
sociedad era extraordinariamente bajo y parecía implicar que en el
futuro no se podían esperar grandes cambios; el sector minero contaba
con innumerables minas abandonadas y el resto de la industria nacional
satisfacía únicamente las necesidades de su población. Así, al igual que
en el comienzo de su vida republicana, Bolivia seguía siendo una
sociedad predominantemente rural.
No obstante, a pesar de iniciarse con un sector minero en completo
detrimento, se pudo lograr con la iniciativa de inversionistas
bolivianos como
Aniceto Arce
y Aramayo, una mejora sustancial allá por 1870, periodo durante el cual
empezó a hacerse presente el capital extranjero en cantidades
importantes, pudiendo decirse que la industria minera de la plata de
Bolivia había alcanzado unos niveles internacionales de capitalización,
desarrollo tecnológico y eficiencia considerables.
El pujante crecimiento de la industria minera, así como el
descubrimiento de yacimientos importantes de plata en la región de
Caracoles, como los grandes yacimientos de guano y salitre en la región
de
Mejillones,
llamaron la atención a los vecinos de Bolivia. Esto ocasionó que
gobiernos e inversionistas extranjeros muestren su interés en los mismos
y que Bolivia ante la necesidad de recursos económicos otorgue
concesiones a favor de ellos con la finalidad de beneficiar al país.
Pero tal situación no llegó a suceder, ya que en 1878 el gobierno
boliviano introdujo un impuesto al salitre, ganándose el desagrado de
los concesionarios que se negaron a pagarlo por considerarlo "injusto" e
"ilegal", argumento que tenía apoyo de los chilenos. Tal situación
obligó al gobierno boliviano a confiscar el patrimonio de dichas
concesiones, originando a su vez que el vecino país de Chile que había
acogido en su territorio a los propietarios, llevaran a la práctica su
plan larga y cuidadosamente preparado.
Es así que en febrero de 1879, las tropas chilenas con la excusa de proteger a los residentes chilenos en la zona de
Antofagasta, iniciaron una decidida invasión al territorio boliviano, dando origen a la
Guerra del Pacífico.
Guerras Limítrofes
Guerra del Pacífico
En
1879 se desató la
Guerra del Pacífico que enfrentó a
Chile contra la Alianza entre Bolivia y
Perú. El conflicto fue originado por los intereses de explotación del
guano y el
salitre, por lo que también es conocida como
Guerra del Salitre y tuvo como consecuencia final la pérdida de la salida soberana al mar para Bolivia, al quedar en posesión de Chile de
Antofagasta, y para Perú la pérdida de sus territorios de
Tarapacá y
Arica.
Las versiones sobre las causas, circunstancias, derechos y
acontecimientos relacionados con la Guerra del Pacífico varían
sustancialmente según provengan de los países que estuvieron en pugna.
A mediados del siglo XIX Bolivia y Chile tenían diferencias sobre la
delimitación de la frontera entre ambos países que los pusieron al borde
de la guerra en varias oportunidades. Por esa razón firmaron dos
tratados en
1866 y
1874
fijando la frontera en el paralelo 24º pero estableciendo también
mecanismos de explotación compartida de minerales en la región En
especial el artículo 4º del Tratado de 1874 estableció una cláusula que
sería la clave de la guerra, cuatro años después:
Los derechos de exportación que se impongan sobre los minerales
exportados en la zona de terreno de que hablan los artículos
precedentes, no excederán la cuota de la que actualmente se cobra, y las
personas, industrias y capitales chilenos no quedarán sujetos amas
contribuciones de cualquiera clase que sean que las que al presente
existen.
La estipulación contenida en este artículo durará por el término de veinticinco años.(ver)
El
27 de noviembre de
1873, la Compañía de Salitres y Ferrocarril de Antofagasta firmó un
contrato
con el gobierno de Bolivia, que le autorizaba la explotación del
mineral libre de derechos por 15 años, desde la bahía de Antofagasta
hasta Salinas, incluyendo el Salar del Carmen. Este contrato no fue
ratificado por el Congreso de Bolivia, que en ese entonces se encontraba
analizando las negociaciones con Chile
9 —que darían por resultado el tratado de límites de 1874—.
Para Bolivia el contrato de 1873 aún no se encontraba vigente, porque de acuerdo a la
constitución boliviana, los contratos sobre
recursos naturales debían aprobarse por el
congreso9 En
1878 la
Asamblea Nacional Constituyente
boliviana, en medio de una crisis económica, se avocó al estudio del
acuerdo celebrado por el gobierno en 1873. Decidió ratificar el contrato
si se pagaba un impuesto de 10 centavos sobre quintal exportado de
territorio boliviano. Esta decisión que afectaba los intereses de la
Compañía de Salitres y Ferrocarriles de Antofagasta, finalmente fue
considerada por el gobierno chileno como una violación al artículo IV
del tratado de 1874. Dicho impuesto de 10 centavos, que afectaba a esta
empresa es mencionado como el
casus belli de la
Guerra del Pacífico.
El
14 de febrero de
1879, tropas chilenas desembarcaron y ocuparon
Antofagasta, entonces ciudad-puerto boliviana, extendiendo la ocupación a toda la zona. El
1 de marzo Bolivia declaró la de ruptura de comunicaciones con Chile y embargo de propiedades de ciudadanos chilenos y el
23 de marzo ambos países se enfrentaron en la
batalla de Calama, con resultado adverso para las fuerzas bolivianas. Finalmente, el
5 de abril
Chile le declaró la guerra a Perú, que además tenía un tratado de
defensa mutua con Bolivia que el Presidente Daza exigía cumplir.
Luego de los desastres militares de
Pisagua, San Francisco (
19 de noviembre) y de una cuestionada retirada de las tropas bolivianas en
Camarones, el Presidente
Hilarión Daza fue destituido el
28 de diciembre
por un golpe de estado de la cúpula militar en medio de un enorme
descontento de la población por la suerte de la guerra. Daza se exilió
en
Francia y el general
Narciso Campero asumió el poder. Poco después, el
26 de mayo de
1880 se produjo la
batalla de Tacna que puso fin a la participación militar de Bolivia en la guerra.
Años después, el
27 de febrero de
1894
Hilarión Daza volvería al país para defenderse de las acusaciones, pero
fue asesinado al llegar, en la estación ferroviaria de Uyuni. El crimen
nunca fue resuelto.
La posguerra: la era del estaño
En
1880 fue designado presidente
Narciso Campero.
Se inició así un largo período de estabilidad democrática denominada
"de la oligarquía conservadora-liberal", apoyada primero en la economía
del mineral de
plata del sur, cuyo centro era
Sucre, y luego en la minería del
estaño cuyo centro seguía el eje
Oruro-La Paz. Le sucedieron
Gregorio Pacheco en el año
1884 (un presidente de larga trayectoria
filantrópica) y
Aniceto Arce en
1888. Durante el gobierno de este último empezó a funcionar el
primer ferrocarril| público del país de Uyuni a Oruro.
En
1899 los liberales derrotaron a los conservadores en la llamada
Guerra Federal encabezada por el coronel
José Manuel Pando
al frente de una junta federal de gobierno, que asumió el poder en ese
año; fue entonces cuando se trasladó la sede de la Presidencia de la
República desde
Sucre a
La Paz. Durante esta época se inició la era del
estaño, el cual sustituyó a la
plata
como principal fuente de divisas, produciendo un dramático cambio en la
economía boliviana. La figura descollante del momento fue
Simón I. Patiño, minero del estaño que llegó a ser uno los hombres más ricos y poderosos del mundo.
Con
Pando nació el "periodo liberal" de los años
1899-
1920 en el que se sucedieron varios gobiernos elegidos democráticamente, siendo los más importantes los de
Ismael Montes (
1904-
1909) y (
1913-
1917).
Acre
El efímero auge de la
goma elástica (caucho) condujo en los años
1903-
1904 a un conflicto con Brasil por el dominio del eje
Beni-
Pando, gran productor del citado material. Tras la
Guerra del Acre, región fronteriza con el Brasil de 355.242
km² de extensión, el
7 de noviembre de
1903 se firmó el
Tratado de Petrópolis, que cedió al vecino país toda el área en conflicto.
Adicionalmente en
1904
Bolivia firmó un tratado de paz con Chile, mediante el cual cedía los
territorios ganados por éste en la Guerra del Pacífico a cambio de la
construcción del ferrocarril
Arica-La Paz.
Guerra del Chaco
A partir de
1930 el país vivió de nuevo periodos de disensiones internas. Ese año una revolución derrocó al presidente
Hernando Siles que había gobernado desde
1926 sin convocar la legislatura nacional e intentaba prorrogar su mandato.
Daniel Salamanca, elegido presidente en
1931, fue derrocado en 1934 por una camarilla liderada por su vicepresidente
José Luis Tejada Sorzano. Su gobierno fue derribado por una Junta militar encabezada por el coronel
David Toro,
quien intentó sacar al país de la situación desesperada en que se
encontraba, como consecuencia de la recesión mundial y del conflicto del
Chaco con
Paraguay. Sin embargo, se rodeó de enemigos entre los militares y en
1937 fue derrocado por un grupo encabezado por el teniente coronel
Germán Busch Becerra, jefe del
Estado Mayor.
En
1938 se aprobó una nueva
Constitución.
Sin embargo, Busch la abolió un año después e impuso un gobierno
dictatorial. A los cuatro meses fue encontrado muerto de un disparo.
Asumió la presidencia el general
Carlos Quintanilla, quien restauró la vigencia de la
Constitución de
1938 y determinó que el Ejército debía ejercer el control del país hasta la celebración de nuevas elecciones.
En
1940 fue elegido presidente el general
Enrique Peñaranda, quien el
7 de abril de
1943, durante la
Segunda Guerra Mundial, declaró la guerra a los países del Eje. En
diciembre de
1943 fue derrocado por una insurrección cívico-militar que encabezó el militar
Gualberto Villarroel, quien un año después asumió la presidencia constitucional del país apoyado por el
Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), partido en cuyo seno había simpatizantes del Eje, y por el
Partido Obrero Revolucionario.
No obstante, y por presiones económicas, el nuevo gobierno se vio
obligado a mantener buenas relaciones con las fuerzas aliadas. En
julio de
1946 Villarroel fue derrocado y linchado en
La Paz.
En
1947 los conservadores volvieron a tomar el poder. El gobierno de
Enrique Hertzog tuvo que soportar continuamente la oposición de los partidos de derecha y de izquierda, y a principios de la década de
1950 el
Partido Comunista fue ilegalizado. Hertzog dimitió y
Mamerto Urriolagoitia le sucedió en el poder.
Era contemporánea
Revolución del 52
En abril de
1952 estalló una revolución organizada por el
Movimiento Nacionalista Revolucionario fundado en
1941 por
Víctor Paz Estenssoro, que agrupaba a los intelectuales radicales de clase media, que se hizo fuerte durante el gobierno de Villarroel, en
1943-
1946
al unirse a él la gran mayoría de los sindicatos mineros, organizados
alrededor de la FSTMB (Federación Sindical de Trabajadores Mineros de
Bolivia
[1])y dirigidos por el líder
Juan Lechín Oquendo. Después de sangrientas luchas conducidas por el subjefe del MNR, Hernán Siles, Paz Estensoro, que volvió del exilio en
Buenos Aires,
se hizo cargo de la presidencia. El nuevo gobierno comenzó de inmediato
a cambiar la estructura del régimen anterior; estableció el monopolio
en la exportación de estaño y nacionalizó las minas, antes en manos de
tres familias poderosas. Se alentó también una política petrolera,
permitiendo la realización de la explotación y exportación a compañías
extranjeras.
Con la
reforma agraria, promulgada en agosto de
1953,
se procedió a la parcelación de tierras, distribuyendo grandes
extensiones entre los indígenas en el transcurso de los años siguientes.
En
agosto de
1956 asumió la presidencia
Hernán Siles Zuazo,
quien en calidad de vicepresidente había acompañado a Paz Estenssoro en
su gestión gobernativa. Durante su mandato presidencial, se dedicó
inicialmente a la tarea de reordenar la economía y estabilizar la
moneda. Fue poco lo que logró en tres años de gobierno, porque tuvo que
hacer frente permanentemente a la oposición encabezada por la
Falange Socialista Boliviana (FSB). Tras un fallido intento de golpe de estado en
1959, tuvo lugar la muerte de
Oscar Unzaga de la Vega, líder de FSB.
En
1960 Paz Estenssoro fue elegido por segunda vez como presidente y en agosto de
1964 resultó nuevamente elegido. Poco después, el
5 de noviembre, fue derrocado por un golpe de estado militar encabezado por su vice presidente, el General
René Barrientos.
Gobiernos Militares
El gobierno militar llevó a cabo una política de reformas económicas
conservadoras, como la reapertura de la industria de las minas de estaño
a las inversiones privadas extranjeras. En
julio de
1966 René Barrientos fue elegido
presidente
ya como civil. Sin embargo, se vio obligado a depender de los militares
para poder enfrentarse a los movimientos guerrilleros que habían
empezado a actuar en las regiones montañosas. En
octubre de
1967 el Ejército boliviano anunció haber derrotado a los rebeldes en un lugar próximo a la aldea de
Vallegrande. Había sido capturado en el
campo de batalla Ernesto Che Guevara, siendo poco después ejecutado. Barrientos murió en un extraño accidente de
helicóptero en
abril de
1969. Se sucedieron en el poder una serie de gobiernos de corta duración, la mayoría militares, y en agosto de
1971 el general Juan José Torres fue derrocado por un golpe de Estado encabezado por el coronel
Hugo Banzer con el apoyo de la FSB y el MNR partidos políticos enemigos durante la década pasada.
El
régimen
de Banzer viró rápidamente desde una posición relativamente moderada a
una de mayor represión: suprimió el movimiento obrero, suspendió todos
los derechos civiles y envió tropas a los centros mineros. En
1978 Banzer dimitió y una
junta militar se hizo con el poder. A comienzos de la década de
1980
el fuerte crecimiento económico de la década anterior —que había sido
sostenido por los altos precios del estaño en el mercado mundial— dio
paso a la crisis. La caída del precio del mineral y la mala
administración de los regímenes militares habían dejado a Bolivia con
una inmensa deuda, una situación hiperinflacionaria y un descenso de los
ingresos por exportaciones. La exportación ilegal de
cocaína fue el principal recurso que le procuró divisas, por lo que
Estados Unidos presionó al gobierno de Bolivia para que tomara medidas efectivas contra el tráfico de esta droga.
Enfrentada a problemas raciales y culturales, Bolivia ha conocido revoluciones y
Golpes de Estado militares. A principios de la década de los
80 fue derrocada la última junta militar que gobernaba el país para reinstaurar la forma de gobierno
democracia.
Gobiernos Neoliberales
En
octubre de
1982 Hernán Siles Zuazo
tomó de nuevo posesión de la presidencia. Se enfrentó con varias crisis
ministeriales y fue incapaz de resolver los problemas económicos del
país, bastante urgentes debido al pago de los intereses de la
deuda externa a los bancos internacionales. Siles dimitió y convocó elecciones anticipadas; el
Congreso volvió a reclamar a Paz Estenssoro como presidente. Su nuevo gobierno intentó cortar la producción de coca y la venta de
cocaína
con la colaboración de las tropas estadounidenses, pero esta medida,
además de ser impopular, sólo obtuvo un éxito parcial. El principal
logro de Paz Estenssoro fue una nueva política económica que frenó una
hiperinflación del orden del 27.000
% entre
enero y
agosto de
1985, y que fue exportada a otros países de
América.
Jaime Paz Zamora, que había sido el tercer candidato más votado en las elecciones de
mayo de
1989, asumió en
agosto la presidencia del país después de recibir el apoyo de
Acción Democrática Nacionalista (
ADN), grupo político de derecha.
Las siguientes
elecciones, celebradas en junio de
1993, dieron la victoria al empresario minero
Gonzalo Sánchez de Lozada, quien asumió la presidencia, en tanto que el dirigente aymara
Víctor Hugo Cárdenas accedía a la vicepresidencia. Asimismo, en las elecciones para el Congreso, el
MNR
obtuvo la mayoría, reemplazando a la coalición de centro-izquierda
hasta ese momento en el poder. Lozada, que había sido ministro de
Planeamiento y Coordinación antes de su elección como presidente,
introdujo algunas de las medidas más severas de reforma económica
puestas en práctica por los países fuertemente endeudados: amplia
privatización de empresas estatales, reducción de los gastos en
servicios sociales y en los programas de educación, y cierre de muchas
de las minas. El estricto control de los gastos estatales ayudó a
reducir la
inflación a un 6,5
% en
1995, pero los costos sociales fueron muy altos, incluida la
Masacre de Navidad.
Su programa de gobierno, denominado "Plan de Todos", consistió en la
capitalización (privatización de los bienes del estado con otro nombre),
la participación popular, la reforma educativa y la descentralización
administrativa.
En las elecciones presidenciales de junio de
1997 resultó vencedor el ex presidente
Hugo Banzer, el cual, sin contar con la mayoría absoluta, recibió inicialmente el apoyo del también ex presidente
Jaime Paz Zamora y su partido, el
Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), quien de esta manera le devolvía el favor por respaldar con sus diputados de
Acción Democrática Nacionalista (ADN) la gobernabilidad del país durante su mandato. En junio de
1999,
Banzer hubo de cambiar a la mitad de los miembros de su gobierno, tras
un grave escándalo que salió a la luz cuando ese mismo mes se produjo la
inesperada renuncia del ministro del Interior,
Guido Nayar, quien criticó la corrupción e ineficacia gubernamentales. El presidente decretó el
8 de abril de
2000 el estado de sitio, con el objeto de detener la oleada de protestas que tenían lugar en
Cochabamba en la llamada
Guerra del Agua,
pero no pudo contener con esa medida un violento estallido social
causado por la extrema pobreza del campesinado indígena hasta que firmó
seis días después con los representantes sindicales de éstos una serie
de acuerdos.
El día 20 de ese mes, cuatro días antes de que los miembros de su
gobierno presentaran en pleno la dimisión, Banzer suspendió el estado de
sitio. Nombró un nuevo gabinete el
25 de abril, pero el
19 de octubre
tuvo que ver como de nuevo su gobierno presentaba en bloque su dimisión
tras la grave crisis social vivida en Bolivia desde septiembre. Ésta,
caracterizada por huelgas, cortes de carreteras y enfrentamientos con
fuerzas militares (sobre todo en los departamentos de
La Paz,
Cochabamba y
Santa Cruz) estuvo protagonizada por
indígenas y determinados
sindicatos, defensores del derecho de los
campesinos al cultivo de
coca y contrarios a las intenciones gubernamentales de erradicarlo y sustituirlo por el de otros productos.
Aquejado de
cáncer de pulmón, Banzer renunció el
6 de agosto de
2001 a la presidencia y fue sustituido por su
vicepresidente,
Jorge Quiroga. Éste se mantuvo en el gobierno hasta el
6 de agosto de
2002,
completando el quinquenio para el cual había sido elegido Banzer. Su
sucesor fue Sánchez de Lozada, cuya candidatura por el MNR fue la más
votada en las elecciones presidenciales celebradas el
30 de junio de ese mismo año. Al recibir sólo el 22,5% de los sufragios (por el 20,94% de
Evo Morales, líder indígena del
Movimiento al Socialismo, MAS; del 20,91% de
Manfred Reyes Villa, candidato de
Nueva Fuerza Republicana, NFR; y del 16,3% de
Jaime Paz Zamora, nuevamente presentado por el MIR), Sánchez de Lozada precisó la designación del nuevo
Congreso Nacional
(cuyos miembros fueron elegidos ese mismo día), para la cual compitió
con Morales y que logró gracias al voto de sus parlamentarios y de los
procedentes de otros partidos, principalmente el MIR. Sánchez de Lozada y
Paz Zamora sellaron antes el denominado
Plan Bolivia de Responsabilidad Nacional,
pacto de gobernabilidad entre ambas formaciones basado en una futura
política que tuviera por eje principal la creación de empleo y de
riqueza.
El nuevo presidente anunció en febrero del
2003 una serie de impopulares medidas económicas (entre ellas, un nuevo
impuesto sobre los
salarios),
que generó protestas en todo el país. Sánchez de Lozada retiró su
proyecto, pero la grave crisis suscitada, salpicada de violentos
incidentes, motivó la dimisión de todos los miembros de su gobierno. En
el siguiente mes de agosto, para intentar poner fin a la crisis que
vivía el país, Sánchez de Lozada llegó a un acuerdo con el partido de la
oposición NFR, que entró en el ejecutivo. El plan gubernamental de
costear proyectos sanitarios y educativos con los beneficios de la
exportación de
gas natural
generó nuevos descontentos (principalmente, por la posibilidad de que
el transporte de dicho producto se efectuara a través de un
puerto chileno); así, en septiembre y octubre de 2003 se sucedieron nuevas
manifestaciones promovidas por la
Central Obrera Boliviana (COB) y por la
Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia, que convocaron un paro general indefinido. El movimiento popular también fue catalizado por el MAS y por el
Movimiento Indígena Pachakuti. La revuelta se extendió a las principales ciudades del país (
La Paz y
El Alto fueron incluso militarizadas por el gobierno y se llevó a cabo la llamada
Masacre de Octubre
en el Alto), donde el clima era de abierta insurrección. Ante esta
situación, que produjo escisiones en el ejecutivo, Sánchez de Lozada
dimitió el
17 de octubre. Fue sustituido por el
vicepresidente,
Carlos Mesa,
quien formó un gabinete integrado por políticos no adscritos a partido
alguno, con la intención de poner fin al conflicto y alcanzar la
reconciliación nacional. Poco después de su investidura, Mesa se
comprometió a convocar un
referéndum en el que los bolivianos deberían pronunciarse sobre la cuestión de la exportación de
gas natural.
Debido al casi nulo apoyo político, Carlos Mesa renunció, presionado
por graves disturbios sociales, asumiendo la presidencia de forma
inesperada el en ese entonces presidente de la
Corte Suprema de Justicia,
Eduardo Rodríguez Veltze,
quien se comprometió a ejercer un gobierno de transición, convocando a
elecciones el 22 de enero de 2006. Su gobierno fue corto y estuvo
salpicado por escándalos como el
Caso de los Misisles Chinos.
Evo Morales Ayma
|
Existen desacuerdos sobre la exactitud de la información en este artículo o sección.
En la página de discusión puedes consultar el debate al respecto. |
Evo Morales Ayma asumió el poder el
22 de enero de
2006 como el primer mandatario de ascendencia indígena en ser electo
Presidente de la República
por una mayoría absoluta del 60% de los votos de la elección
presidencial general (la segunda vuelta no está tipificada). Lo hizo
prometiendo nacionalizar los hidrocarburos del país, combatir la
corrupción y excesos de las multinacionales, permitir el mercado legal
de
coca e intervenir sin la ayuda de
Estados Unidos,
repartir mejor las tierras y gobernar para todos. Hasta la fecha
Morales ha tenido varios enfrentamientos con petroleras y gobiernos de
los países de los cuales proceden dichas petroleras, como el caso de
Repsol. El tema de la nacionalización sigue pendiente en la agenda del
presidente boliviano pero el 29 de octubre de 2006 se firmaron como
primer paso unas nuevas condiciones las petroleras.
[cita requerida]
En julio de 2006, se llevaron a cabo elecciones para elegir
representantes para una asamblea la propuesta autonómica llevó a cabo un
bloqueo interno en la
Asamblea Constituyente.
Todas estas dicotomías llevaron a tensionar la situación política entre
oriente y occidente. Cuando el escenario político boliviano parecía
estar menos convulsionado, a ello se sumó una propuesta controversial
para la Asamblea Constituyente, ya que la ciudad de
Sucre
(capital de Bolivia con un solo poder estatal constituido) pedía que
los otros dos poderes estatales situados en La Paz (sede de Gobierno)
sean trasladados a Sucre.
Estas controversias políticas, ocasionaron un paro temporal de
sesiones en la Asamblea Constituyente. Empero, la vicepresidencia de la
república se prestó para ser la mediadora entre ambas fuerzas políticas.
Si bien la vicepresidencia logró un consenso entre todas las bancadas
políticas, de igual manera elaboró un documento que no logró la
satisfacción a la demanda de la ciudad de
Sucre. El tema de la Capitalia fue retirado de la agenda política después de llevarse a cabo en la ciudad de El Alto,
el Gran Cabildo, que movió la balanza en favor de retirar este difícil tema de la nueva constitución.
El 21 de noviembre del
2007 en reunión del
Comité Interinstitucional de Chuquisaca,
decidió la toma de las instalaciones policiales y la intervención de la
sesión de la Asamblea Constituyente en el Liceo Militar también la
orientación del cabildo del viernes 23 de noviembre para evitar la
votación final de los distintos artículos de la Nueva Constitución
Política de Bolivia. Debido a los constantes ataques e insultos que
recibían los Asambleistas, por parte de fuerzas reaccionarias contrarias
a la aprobación de una nueva Constitución Política; la presidencia de
la Asamblea Constituyente decide trasladar la Asamblea Constituyente al
Liceo Militar “Teniente Edmundo Andrade” en el Castillo de La Glorieta,
para de esta manera dar seguridad a los Asambleistas y poder dar lugar a
la votación final de los diferentes artíiculos de la Nueva
Constitución.
[cita requerida]
Es en esos momentos que el Comité Interinstitucional liderado por
Jaime Barrón
que había articulado con anticipación una estrategia para trabar la
Asamblea Constituyente usando como excusa el tema de la sede de los
poderes del estado o Capitalía, y tomar los cuarteles de la fuerza
pública, provocar la renuncia del entonces Prefecto
David Sánchez adherente del
MAS,
decide actuar y lanzar su ataque cuando el cabildo expiraba, al
mediodía del viernes 23, Barrón lanzó una arenga a la multitud que se
concentró en la Plaza 25 de mayo: “Tenemos que apurarnos porque hay
problemas en el
Teatro Gran Mariscal”,
dijo pese a que aquello no era evidente. Más que como un comentario, la
multitud tomó las palabras de Barrón como una orden y se dirigió rumbo a
esas instalaciones para tomarlas y la refriega con la fuerza pública
empezó. Ésta concluiría con el repliegue policial a
Potosí,
48 horas después, con el saldo de tres muertos, casi tres centenares de
heridos y media docena de instalaciones policiales bajo el fuego.
Posteriormente los "manifestantes" dirigidos por Barrón decidieron el
intento de toma del Liceo de La Glorieta,
para detener la aprobación en Grande de la Asamblea Constituyente y
fueron repelidos por la Policía, después de varias horas de lucha.
Durante ese tiempo, dentro del Liceo, los Asambleístas concluían la
aprobación en grande de la
Nueva Constitución Política, el 25 de noviembre de 2007.
[cita requerida]
La nueva constitución boliviana entró en vigencia el
7 de febrero de
2009, fecha en la que fue promulgada por el
Presidente Evo Morales10 11 tras ser aprobada en un
referéndum con un 90,24% de participación. La consulta fue celebrada el
25 de enero
de 2009 y el voto aprobatorio alcanzó un 61,43% del total, es decir,
2.064.417 votos. El "no", por su parte, alcanzó 1.296.175 sufragios (es
decir, un 38,57%). Los votos en blanco sumaron 1,7% y los nulos, un
2,61%.
12
Véase también
Bibliografía
- Arguedas, Alcides (1922). Historia General de Bolivia.
- De Mesa, José; Gisbert, Teresa; Mesa, Carlos (1998 [5ª Ed. 2003]). Historia de Bolivia. La Paz: Gisbert.
- Klein, Herbert S. (1982 [3ra edición aumentada y corregida 2002]). Historia de Bolivia. La Paz: Juventud.
Referencias
Teresa Gisbert por encargo del Instituto Nacional de Estadística (2010). «Período Prehispánico Bolivia». Archivado desde el original el 28 de noviembre de 2015. Consultado el 6 de abril de 2010.
Enlaces externos
Arqueobolivia.com : Actualidad de la arqueologia en Bolivia
[Tras las Huellas de los Chané, El Deber, 1 de junio de 2003 ]
«UNESCO World Heritage Centre - Official Site». Consultado el 2009.
[Al Margen de Mis Lecturas, Marcelo Terceros B., Septiembre de 1998]
«UNESCO World Heritage Centre - Official Site». Consultado el 2009.
Historia
de España en sus documentos: siglo XIX, Volumen 5, pág. 80. Historia.
Serie Mayo Series. Historia (Cátedra).: Serie mayor. Autor: Fernando
Díaz-Plaja. Editor: Fernando Díaz-Plaja. Compilado por Fernando
Díaz-Plaja. Editor: Cátedra, 1983. ISBN 84-376-0390-0, 9788437603902
Documentos
para la historia argentina, Volúmenes 39-41, pág. 182. Autor:
Universidad de Buenos Aires. Instituto de Investigaciones Históricas.
Publicado en 1965
Valdivieso, Patricio (Junio de 2004). «Relaciones Internacionales. Relaciones Chile-Bolivia-Perú: La Guerra del Pacífico». Archivado desde el original el 28 de noviembre de 2015. Consultado el 31 Ene 2007.
El Mercurio (8 de febrero de 2009). «Evo Morales promulga la nueva Constitución y proclama el "socialismo comunitario"». Consultado el 12 de febrero de 2009.
BBC Mundo (7 de febrero de 2009). «Bolivia promulga nueva Constitución». Consultado el 12 de febrero de 2009.